Después de un tiempo en esta aventura de crear joyas con ADN hemos aprendido mucho sobre el mundo de la joyería. Pero, aunque sabemos que viene de lejos, nos gustaría profundizar un poco en el origen de las joyas.
La joya de oro más antigua del mundo fue encontrada en 2015 en Bulgaria en el poblado prehistórico de Solnitsata. Una pieza de oro de 24 quilates que podría tener alrededor de 6.000 años de antigüedad.
Pero antes de llegar al oro los humanos empezamos mucho antes. Hasta el 2015 las primeras encontradas fueron en Africa, donde encontraron cuentas perforadas de conchas de caracol marino que datan de 75.000 años encontradas en las cuevas de Blombos.
Y en Kenia fueron halladas cuentas hechas de cáscara de huevo de avestruz de más de 40.000 años de antigüedad.
Pero buscando información hemos encontrado un artículo con la noticia que en 2015 en la que la antropóloga croata Davorka Radovcic encontró unas garras de águila que datan de hace 130.000 millones de años y que utilizaban los neardentales para adornar su cuerpo.
Se encontraron hace 115 años y se encuentran en el museo de historia natural de Croacia. Ella decició estudiarlos al encontrar incisiones antropogénicas obra de manos humanas. Y descubrió que habían sido expuestas a un ambiente ácido (como el sudor) lo que confirma que las llevaban puestas. Lo que no saben donde las llevaban pero si que estaban atadas y las llevaban colgadas.
Aquí una fotografía:
Así que lo primero que se utiliza para hacer joyas son elementos naturales conchas, caracolas, piedras, huesos, dientes de animales…. básicamente lo que tenían a mano…
Se dice que el hombre empezó a decorar su cuerpo con joyas antes de que apareciera la lengua hablada. Es uno de los primeros elementos que separan al hombre del resto de los animales.
Y ¿Por qué se ponían joyas?
Por lo que leemos en la antigüedad se usaron principalmente como amuletos de protección (uso espiritual y religioso), como representación de poder o como objeto de ornamentación puramente estético.
El hombre moderno aún hace uso de dichos ornamentos, los usa como emblema, como distintivo o como signo de poder y jerarquía. Y en Orygen pensamos que con nuestras joyas con ADN podemos añadir el uso de joyas como forma de recordatorio de alguien querido, un tesoro personal más que un distintivo de poder.
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